lunes, 31 de marzo de 2014

Buscando vida un martes

Es locura ver un alzamiento de bienes
una noche de un viernes
a rastras por una raya en la cumbre;
es anclarse al pasado
ver y dejar a un lado
caridades de bolsillo
arrastrando su propia podredumbre;
parece totalmente correcto
atragantarse, en concreto,
en una marea vociferante
de grandes e incrédulas paciencias;
y parece arrogante, el motivo, al instante,
después de arrancar del calor
una efímera llama de existencia.

Se cree que la gente
no tiene acera, que espera
a que crezca del suelo;
algunos, a veces, cogen escaleras,
sondean quién tocará el cielo.

Por eso me encuentro
buscándome un martes,
sin vida resuelta, sin previo equipaje.
Por eso me como los trenes de mi travesía,
por eso me escribo: por encontrar vida.

viernes, 9 de agosto de 2013

Yo y el sol



Yo, que quiero acariciar
paredes de papel que un tiempo atrás
dejé crecer
por rutina.

El sol, que tiende a masticar
las sombras que ya nadie quiere ver
en libertad,
que rompen la marisma.

Yo, que tiemblo al descubrir
cristales que al pisarlos
me recuerdan  tragos
que ingerí por ti.

La luz, que espera en un rincón,
risueña, repentina,
recién amanecida por un resbalón
del sol.

Y yo, me pierdo una vez más
jugando en un compás de melodías
que terminan donde el mar
pierde la vida.

Resurgiendo entre cenizos despertares.

El cielo que se evade
entre los tiempos que me invaden;
llueven rayos de tormenta,
aún me arañan las respuestas.

Si me rozan los amagos
me hundo de cieno en un lago
para ahogar todas las penas,
que aún hay miel en la colmena.



viernes, 26 de julio de 2013

VERANO




Verano

La puerta blanca sin torcer,
la podredumbre del querer
me llama,
ya ni acaricio con los pies
la tierra que me vio crecer
en llamas;
se muestra tierno y a la vez
de un hueso duro de roer
que ladra,
como un cielo al amanecer
que no conoce de quién es
el alba.

Llegó el verano y asoló la primavera
a sólo un metro para huir,
y se esparció la luna por toda la acera,
quizás sea mejor así.

113



113
 
Te busco entre miradas
y te pierdes,
te busco con palabras
y me muerdes,
te miro en la distancia
y me asientes,
te miro en cercanía
y te sorprendes.
Pregunto por tu vida
y te resientes
y busco en las esquinas lo que aprendes,
me prendo en un segundo
si me quieres,
me rompo en puro humo
si no vienes.
Te tengo y no te tengo
por tenerte,
te siento y no te siento
por lo inertes
que son mi sino y tu camino
mientras vierten
esperanzas atrofiadas
que se duermen.

Tú me arrancaste el corazón
y yo a ti 

ni una palabra.

sábado, 8 de junio de 2013

Flores



Flores (para tus muertos)


Y no eran rosas las flores,
eran del color de tus mejillas,
de olores descafeinados y siluetas
sin preguntas.
Juglares de lugares remotos
y banquetes cortos.
Eran frescas y claras y oscuras,
amigas de la luna y la locura;
naturaleza regalada
que nada tiene que envidiar a los bosques
ni a los dioses,
compuestas por su inequívoca indiferencia.
Plantada,
bajo tierra,

fiel amiga de raíces y gusanos,
se despierta la semilla
para un nuevo amanecer.

Y yo, pala en mano,
echándome mierda encima
a ver si crezco de una vez.